Los dirigentes del campo que advirtieron sobre la difícil situación climática por la que atraviesa el litoral argentino, en medio de la sequía y los incendios. “Los productores están atravesando una situación catastrófica enfrentando junto a otros pares, bomberos y voluntarios sociales, y un insuficiente apoyo estatal” señalaron en un comunicado y, en relación a la ayuda que se necesita dijeron: “no alcanza con las declaraciones de emergencia”.
En ese sentido, continúa la sequía y los incendios en la provincia de Corrientes. Hay casi 335.000 hectáreas afectadas por la situación, con pérdidas millonarias para la ganadería bovina, arrozales a punto de ser cosechados, establecimientos forestales, chacras dedicadas a la producción de cítricos, yerba mate y de té.
Asimismo, varias zonas del país que han sufrido heladas, granizo, sequías e inundaciones en los últimos tiempos. “Los afectados siguen enfrentando solos, o con un muy escaso acompañamiento estatal, las consecuencias de las inclemencias climáticas. A ellos también se los debe incluir en soluciones más abarcativas, que les permitan salir adelante y hacer realidad lo que siempre dijimos: que el Estado no sea sólo socio en las ganancias, sino también que apuntale y dé alternativas en las adversidades”.
Las autoridades provinciales convalidaron informes realizados por el Departamento de Recursos Naturales del INTA Corrientes, donde se indicó la quema de 335 mil hectáreas de campos en esta provincia hasta el 31 de enero pasado. Allí se consignó el incendio de 85 mil hectáreas de Malezales, más de 115 mil ha. de pastizales, 108 mil ha. de humedales, esteros y bañados.